Harlem: Así, sin adjetivos ni epítetos, a secas, por si mismo capaz de atraer como un imán y ser tan visitado como cualquier otro lugar emblemático de Manhattan. Imposible sustraerse cuando se visita al recuerdo de tantas películas que la han tenido como protagonista y sus cantos de gospel tan mundialmente famosos.
Emblema del problema racial y escenario especial de las intransigencias y dificultades de convivencia entre distintas razas, se enclava paradójicamente en la zona alta de la ciudad que sirvió a la burguesía blanca durante muchos años de enclave predilecto de sus segundas residencias, con el objeto de pasar allí el verano por ser mucho más frescos que en el bajo Manhattan.